Mi abuela Ciriaca: marzo 2019

domingo, 24 de marzo de 2019

Diez años de blog

Hoy hace 10 años comenzaba a escribir este blog. En aquella primera entrada de marzo de 2009 me preguntaba si alguien leería aquello que escribía. Hoy 10 años más tarde me pasa algo parecido... no sé muy bien si alguien sigue leyendo a este humilde bloguero. La verdad es que cuando pregunto a los "históricos" lectores del blog me confirman que sí, que se pasan de vez en cuando a echar una ojeada a esta "bitácora".
Reflexionando un poco recuerdo bien una de las primeras entrada: "La Web 2.0. La revolución social de Internet". En ella se hablaba del paso de la Web 1.0 (usuarios conectados a paginas web editadas por webmasters) a la Web 2.0 (información generada directa o indirectamente por los usuarios). Yo fui de los que me creí aquella revolución y traté de participar en ella. Hoy debo confesar que la citada "revoución" iba a llegar más lejos. Al final en un altísimo porcentaje seguimos informandonos en las webs de los grandes medios de comunicación. La mayor parte de esta revolución se ha centrado en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram) que han adquirido un empuje muy fuerte, pero la fuerza inicial de los blogs creo que ha caído considerablemente en los últimos años.
Es muy dificil que perosnas no profesionles y sin medios creen constantemente contenidos atractivos que hagan que la gente les visite de forma continua. En mi caso me resulta complicado tras mi trabajo diario sacar tiempo para dedicar al blog. Atrás queda aquel año 2010 en el que publiqué 187 entradas, casi una cada dos días.También queda atrás aquel octubre de 2012 donde 3.276 lectores tenían a bien ojear estas páginas. No obstante ahí seguimos publicando todos los meses la entrada histórica de 3 años atrás, el videoclip de "moda" y las 2 o 3 entradas de "mantenimiento".
Es posible que algún día vuelva a dedicar algún tiempo más a este "hobie". Mientras tanto trataremos de aprovechar las horas libres que nos deja el día para soltar las piernas, o para disfrutar de ese placer de dioses llamado "dolce far niente".