sábado, 18 de febrero de 2012

La mujer como víctima singular de la medicalización.



En la izquierda de este blog hay un apartado con la lista de los Blogs que sigo. Dos de ellos tratan preferentemente temas de salud desde un punto de vista diferente al habitualmente establecido. Uno es El arte de vivir de Silvano Baztán, que se define como médico, sanador y facilitador, y que en su perfil muestra cual es su interés principal "Colaborar en el despertar del ser humano".
 El otro es Médico crítico, también doctor en medicina, pero con una visión crítica, como el título del blog indica, sobre el sistema de salud actual. En uno de sus primeros post: Declaración de intenciones expresa de esta forma su crítica al pensamiento único que especialmente en temas de sanidad nos invade: "...tocan tiempos de poder blando, donde tenemos acceso aparente a todo y donde las normas no se imponen de forma coercitiva, donde todos somos libres de pensar lo que queramos y sin embargo, de forma sutil, se impone un pensamiento único, no sólo en política, también en ciencia, y en este caso en la piedra de toque entre ambas que ¿mejor? dominamos, la sanidad." Desde cada uno de esos blogs puedes ir enlazando con otros muchos si quieres ir descubriendo el mundo bloguero crítico con el sistema sanitario. Navegando entre esos blogs, hace algún tiempo descubrí: Una palabra tuya bastará para sanarme. En uno de sus post enlaza un artículo/estudio/carta abierta a una mujer que eres tú que me ha parecido interesantísimo. En él se cuestionan muchos de los grandes tópicos acerca de las revisiones a las mujeres y la tendencia a convertir a la mujer en una enferma sin serlo.Los primeros párrafos no tienen desperdicio:
“Todas las mujeres tienen que ir al ginecólogo una vez al año a hacerse una revisión”: mentira.
“Todas las mujeres tienen que ir una vez cada dos o tres años a hacerse una revisión”: mentira.
“Las mujeres deben hacerse una citología todos los años para prevenir el cáncer de cuello de útero”: mentira.
“Pues a mí el ginecólogo me la hace todos los años. Me la tengo que hacer”: mentira.
“Todas las mujeres tienen que hacerse una ecografía vaginal y de los ovarios todos los años”: mentira.
“Tengo una prima a la que le detectaron unos quistes y se los tuvieron que quitar. Por suerte no fueron malos. Por eso yo me la tengo que hacer”: mentira.
“En cuanto antes se empiecen a hacer mamografías mejor. Si tienes un cáncer te lo detectan antes y te puedes curar más probablemente”: mentira.
“Hay que hacerse una mamografía todos los años”: mentira.
“Hay que vacunarse contra el cáncer de cuello de útero, con la vacuna contra el virus del papiloma humano y la tiene que pagar la Seguridad Social porque es una vacuna imprescindible”: mentira.
“Todas las mujeres debieran hacerse una densitometría para ver cómo tienen los huesos después de la menopausia”: mentira.
“Pero es que mi madre sufrió mucho de huesos y a mí me duelen mucho. Tengo que hacérmela”: mentira.
“Me ha puesto el ginecólogo unas pastillas para los huesos después de hacerme una densitometría. Dice que las necesito porque puedo tener en cualquier momento una fractura debido a cómo los tengo”: mentira.
Tantas mentiras… todos los días, a todas horas, en tantas consultas médicas del mundo entero; en la tele, en la prensa, en internet, en tantas mentes femeninas… que escribir lo que viene a continuación resulta una suerte de obligación moral.

Continúa el artículo tratando de abrir los ojos a los creyentes de los dogmas, "Me lo ha dicho el ginecólogo" Pero la medicina "...no es una ciencia exacta, es una ciencia probabilística", por eso resalta como "Resulta desalentador hacer una misma pregunta clínica a 100 profesionales y registrar 5, 10 o más respuestas distintas, algunas contrapuestas. Pero ésa es la realidad."

Roberto Sánchez autor del artículo destapa con valentía los pasos que da la industria farmacéutica para conseguir sus objetivos, que no son otros sino los beneficios económicos: "...debe tejer una maraña para ejercer su influencia y poder. Se encarga de reclutar especialistas (los que más credibilidad y prestigio tienen entre la población) que difundan sus tesis (se les paga muy bien por hacerlo). Pagan la investigación, tutelan las publicaciones científicas, trabajan codo con codo con las editoriales, tutelan los congresos científicos. Influyen en la televisión (medio informativo y de entretenimiento para la gente de menor nivel cultural, en general), en internet, en las asociaciones de pacientes (a quienes cofinancian y patrocinan), en la universidad (cátedras de patrocinio mixto), en los estudiantes, en el gobierno (Bernat Soria, exministro de Sanidad, trabaja ahora para ellos, para Abott; Felipe González también fue incluido en las redes de Farmaindustria, con el papel de asesor), en las Comunidades Autónomas, en el Parlamento Europeo…"

También explica por qué pueden parecer estrambóticas sus opiniones: "Hay mucha gente, muchos médicos, que piensan como yo; lo que pasa es que usted no los conoce ni nunca los ha visto en la televisión. No suelen tener muchas posibilidades de decir lo que piensan: no se les suele invitar."

Uno de los apartados del artículo, está dedicado al Cáncer de cuello de útero (cérvix) y la vacuna del virus del papiloma humano (En su día este blog también dedicó un post a este tema. ), en él hace un extenso análisis de los pros y los contras de la vacuna. Su conclusión es la siguiente: La vacuna es beneficiosa en algunos aspectos, pero no debe estar financiada por el sistema público de salud. Los beneficios que representa no compensa ni de lejos el dinero invertido. Se debe presionar para que desfinancie y que ese dinero no se pierda entre los despachos, sino que se destine a alguna medida que realmente suponga reducir la mortalidad de ésta enfermedad o de otras. El mercado de productos preventivos y el marketing no puede definir las agendas públicas de salud.."

Otro de los temas que trata es el de la osteoporósis. Conviene destacar, que uno de los fármacos utilizado para la prevención de la osteoporosis el Raloxifeno, tiene como efecto secundario más destacable y específico la tromboembolia venosa. Resulta esclarecedor el dato que aparece en el artículo: "Con Raloxifeno hay que tratar a 300 mujeres para prevenir 3 fracturas y provocar 2 fenómenos tromboembólicos".  Además como dato "curioso" destaca que: "...los fármacos que se usan para evitar las fracturas, producen (raros pero graves) fracturas en sitios donde normalmente no se tienen: fracturas atípicas; sobre todo en el cuello del fémur." Chupaté esa mandarina!!

Sobre la terapia hormonal sustitutiva escribe lo siguiente:"...fue la primera vez que se vio claramente a un fármaco salido de una campaña de marketing en la que bajo el untamiento propio
de la misma, gran cantidad de profesionales se pusieron a prescribirlo, a lo loco. Cuando un fármaco es nuevo se exige al profesional cautela, contención. Pues en este caso pasó lo contrario: parches como pa una boda. Andando el tiempo salieron estudios que hablaron de los efectos perjudiciales del fármaco… y no eran una chorrada los resultados, eran que aumentaban el riesgo de tener cáncer (de mama) y de tener infartos al corazón. La historia triste es que nadie pagó por todos esos cánceres y esos perjuicios a las mujeres. Se habían dicho muchas cosas buenas de esos fármacos, cercenando a quién se atrevió a poner en duda esos razonamientos; y cuando se demuestra que los fármacos eran perjudiciales… aquí paz y después gloria. Cerramos el chiringuito y nos vamos con la música a otra parte. "...


Por último aborda también aspectos como la ecografía ginecológica y las mamografías. Este de las mamografías es quizás el aspecto que, bajo mi punto de vista, más recelos pueda provocar, entre los lectores, no en vano hemos oído hasta la saciedad recomendarlas a médicos, instituciones, famosos y hasta a gente conocida. Pues bien en el artículo se hace un análisis de los pros y contras, y si bien para la franja de edad entre 50 a 70 años plantea ciertas dudas sobre lo conveniente o no de las pruebas, en la franja entre 40 y 50 años los resultados parecen ser claros: "...todas las agencias “serias”, organismos responsables y sistemas sanitarios del mundo decentes, desaconsejan la mamografía sin dudarlo en las edades entre 40 y 50 años, por sus malos resultados, por producir más perjuicios que beneficios, a mujeres sanas y sin antecedente familiar de cáncer de mama."

Para finalizar, aconsejar la lectura completa del artículo (pongo de nuevo el enlace),  máxime en el caso de personas que deben decidir si hacerse o no este tipo de "pruebas". Hoy en día gracias a Internet resulta muy sencillo acceder a información sobre los más diversos temas. Evidentemente conviene separar el grano de la paja, pero sobre todo es esencial encontrar información de calidad, información que solamente busque el "interés" de nuestra salud.

5 comentarios:

la-fe-otracaradelamoneda dijo...

Hola, Buen articulo, en estos tiempos donde es triste en parte ver la batalla que luchamos las mujeres contra el cancer, pero cabe decir que ahora son mas la heroinas que ganan dicha guerra..

Soy
http://mujerymasmujer.blogspot.com/

Vitas dijo...

Un abrazo muy fuerte para todas las mujeres que luchan contra esta enfermedad

Vitas

Anónimo dijo...

Muy fuerte y una acertada llamada de atención. La medicina dominada por el capital, como todo, o casi todo , desgraciadamente , en el mundo que vivimos. Totalmente de acuerdo: creo que no hay que medicarse si no es estrictamente necesario y si hay que hacerlo recurrir a remedios naturales en la medida de lo posible. Solo hay que leerse cualquier prospecto de cualquier medicamento para echarse a temblar...(Patricia M)PD: y una alimentación sana,fundamental para prevenir enfermedades, la mejor medicación es ésa.

Vitas dijo...

Hola Patricia:

Completamente de acuerdo en lo de que "no hay que medicarse si no es estrictamente necesario". Por cierto en el post en que se hace alusión al artículo: http://1palabratuyabastaraparasanarme.blogspot.com/2012/02/la-mujer-como-victima-singular-de-la.html hay un comentario de una ginecóloga que no tiene desperdicio: "Tengo 56 años, soy ginecologa y me he hecho 3 citologias en la vida, ninguna mamografia, ninguna ecografia y no he ido nunca al ginecologo. No he utilizado ni anticonceptivos hormonales ni he hecho tratamiento hormonal sustitutivo, no me preocupa la osteoporosis.
He visto miles de mujeres angustiadas por sobrediagnosticos falsos (miomas asintomaticos, polipos endometriales: ultima moda para mandar a las mujeres al quirofano, quistes de ovario funcionales, carcinomas ductales in situ), culpabilizadas por no haberse hecho pruebas inutiles en el plazo que les habian recomendado, asustadisimas por diagnosticos de lesiones precancerosas ante simples infecciones agudas por el virus del papiloma humano, etc.
Resulta duro en el dia a dia informar e informar a contracorriente de las ideas dominantes, pero yo pienso continuar con mi escepticismo y criticismo habitual."

Anónimo dijo...

oído cocina. yo también, apuesto por el escepticismo y criticismo, aunque a veces por el exceso de información nos contaminemos. El sentido común manda.(Patricia)

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