El 5 de marzo del año pasado no pude dormir bien. pasé toda la noche dándole vueltas a la cabeza. Un buen amigo se encontraba pasándolo mal, muy mal y había que hacer un último intento por animarle y por animar a quienes le rodeaban. Así que cogí el teléfono y empecé a enviar mensajes de voz. Este para Izas, este para Iñaki, este para Garbi... y este para él. Unos
minutos más tarde supe que aquel mensaje nunca llegó a su destino. Luiscar
se nos había ido. Hoy justo un año después todavía me cuesta creer la rapidez y la contundencia con la que se desarrolló aquel proceso. Poco
más de 2 meses, un pedazo de tío fuerte y sano como un roble. No podía ser! Pese a lo breve de la historia, corrimos como locos para buscar una solución
al problema, una salida alternativa, un milagro que por desgracia nunca llegó.
Pero esto no puede ser una historia triste, es la hora de
recordar los cientos de buenos momentos vividos. Quizás la historia comience con unos
buenos mozos del pueblo vecino que dejaban prendadas a nuestras amigas de
cuadrilla. Aquellos, casi todavía en pantalones cortos parecían entrar mejor
por el ojo a nuestras "chicas". Desde pequeño ganando los partidos Capitán!
Luego vino el fútbol, Larramendi, Arbuio hasta el Gorriak! Aquello
era disfrutar de la vida. Partidos, juergas, risas. Me resulta difícil
encontrar alguien con quien haya reído tanto y tan abiertamente. Cualquier
encuentro en fiestas de Bilbao, servía para recordar un sketch de
Faemino y Cansado, una escena de La vida de Brian o un chiste de Chiquito,
nuestro gran Chiquito!
Tras el fútbol y una época algo distanciados, nuestros
caminos volvían a juntarse y de qué manera! Fue la época de los largos domingos
de Portu y las aventuras de Benidorm. Era la loca década de los 90... y nos la
comimos a bocados! Pero no podíamos estar toda la vida de fiesta, y tocaba asentar un poco la cabeza y entonces "...una bella sirenita, consiguió que en el acuario, cayera tras una cita..." un temible tiburón. Aquella despedida de soltero merecía unas breves rimas y un pequeño homenaje de "tus peces de manada", y así se hizo.
Aquello lógicamente nos separó un poco, y luego llegó "La loca despedida del millón de euros" y nos alejamos un poco más, porque yo me iba al otro lado de la "muga". Poco tiempo después se produjo otra despedida, esta vez bastante más dolorosa. Otro de los "mosqueteros" de los tiempos gloriosos, Jon Txiki, se nos iba para siempre, y lo hacía mostrando un camino que desgraciadamente años después seguiste.
Pero los nudos fuertes nunca se rompen, y ahí estaban puntualmente nuestra Aste Nagusía, los Leones de Kafarnaun, el Athletic, la música...para mantenernos unidos en la distancia. Y si disfrutamos de los chistes, de las fiestas y del fútbol, también disfrutamos de los ratos echando unas buenas canturreadas. Allí nunca faltaba ni "Xalbadorren Heriotzean", ni "La Barca de Oro", ni por supuesto "Volver" de Carlos Gardell que cantabas como nadie. Pero como también nos salía la vena Friki, caían también " Soy minero" e incluso "Señora" de la Jurado. Qué fácil es a veces pasar un rato inolvidable.
Por lo demás la vida continúa, pero las grandes personas dejan siempre grandes vacíos. Y tú eras muy grande! Y como una conjura del destino y sin saber muy bien por qué, tras nuestra última comida en fiestas de Bilbao, en el último segundo que nos vimos, te dije al oído el pedazo de persona que eras. Me reconforta saber que antes de irte para los cielos de Ganeko este tu buen amigo te hizo saber que fuiste para él alguien muy especial.
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