La palabra suena un poco rara pero poco a poco nos vamos a ir acostumbrado a ella, porque la fiesta ya está ahí y promete ser un fiestón de los buenos. Parece que la idea surge en una de esas charlas que se dan tanto por mi tierra entre pote y pote, o entre zurito y zurito.
"- ¿Montamos una comida de quintos? - Vale, pero igual mejor si nos juntamos de dos o tres años ¿no? - Venga! desde el 55 al 58! - Oye ya puestos igual lo hacemos de toda la década! - No seremos muchos? - Qué va! Mejor, así más ambiente y además nos podemos permitir un poco más de fiesta, es cuestión de poner algo más de pasta cada uno. - Perfecto. - Oye ya puestos porque no incluimos desde el año 50 al año 60? - Vale pero eso no es una década. Son once años. - No pasa nada le llamamos ONCENIO y arreglado!"
Esta podría haber sido la conversación que inició todo. Pero lo bueno es que ya queda poco para que se haga realidad, porque lo que era una simple idea inicial, se ha ido desarrollando y puliendo. Con la implicación de unos cuantos y la aportación de unos muchos parece que ya está todo bastante definido. El programa de "fiestas" que se puede ver a continuación y que ya "empapela" los puntos clave del pueblo tiene un poco de todo: Pasacalles, poteo, aurresku, música, reportaje fotográfico.. ¿Quién da más?
Está preparado hasta un cancionero para que podamos rememorar nuestro querido Gure Ametsa y pasarlo pipa entonando "El hombre de Cro-Ma- Ñón" o aquel inolviadble "El Roble y el Ombú".
Si tienes ganas de pasar un buen día no te lo pienses, apuntate y disfrutarás de gente que ya tenías casi olvidada. Eso sí a los cinco minutos te darás cuenta que los lazos creados en la niñez no se olvidan nunca.
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