El pasado jueves la Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Nacionalista Vasco proclamaba oficialmente a Iñigo Urkullu candidato a Lehendakari para las próximas elecciones autonómicas. Concluía así un proceso interno con unos niveles de participación y democracia que para sí quisieran los demás partidos. Nada que ver por ejemplo, con el dedo aureo que ha designado a LauraMintegi candidata por EH Bildu.

Y ahora qué? Pues los resultados del último Euskobarometro apuntan a una victoria del PNV con uno o dos parlamentarios por delante de EH BIldu. El PNV obtendría 23/24 escaños, EH Bildu 22, PSE 17 y el PP 12/13.Esos resultados llevarían a solo unas pocas posibilidades de gobierno. De ellas solamente una coalición EH-Bildu Psoe haría peligrar la vuelta del PNV a Ajuria Enea. Una coalición que a día de hoy se antoja muy improbable, y no porque al Psoe no le pida el cuerpo una nueva aventura "a la catalana" para seguir "pisando moqueta", sino porque a nivel estatal el coste en imagen sería tal que haría tambalearse ese edificio en ruinas que actualmente es el partido de Rubalcaba.
Así que todo indica a que el partido nacionalista volverá a liderar el futuro Gobierno Vasco. Es decir Iñigo Urkullu, "uno de Alonsotegi" será el nuevo Lehendakari. Evidentemente cada uno tiene sus idea políticas y sus preferencias, pero considero que es un honor para cualquier vecino del pueblo que uno de los suyos llegue a un puesto tan importante. Creo que deberíamos de estar ilusionados por el hecho de que alguien que jugó en Larramendi, en el Gorriak o en Irasagarrak, alguien que tocaba el txistu en las fiestas de San Bartolomé o en San Antolín, se convierta en el máximo responsable político de Euskadi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario