En la campaña Penélope Cruz, Javier Bardem y compañía cuentan lo que comprarían con 40 céntimos de dólar, el precio diario de los retrovirales necesarios para una persona infectada por el VIH.
Se trata de recaudar fondos para enviar medicamentos a África. Los que venden esos medicamentos estarán como locos de contentos.
En la página Plural 21 Lluís Botinas hace unas interesantes reflexiones sobre el tema. Se pregunta "¿Hay una epidemia de SIDA en África?" y reflexiona sobre algunos de los dogmas de fe sobre esta enfermedad y su expansión en el continente africano.
Aunque parece que la página web ha tenido algun ataque, puede leerse la mayor parte el artículo en este enlace: "Hay una epidemia de SIDA en África?" . Recomiendo su lectura completa, pero hago aquí un resumen del mismo:
Las catastróficas profecías incumplidas:
En los años 1985-86 se hicieron predicciones catastróficas como: “La mortal enfermedad SIDA está tan fuera de control en el África negra que están condenadas naciones enteras, dejando dentro de los próximos diez años vastas áreas de tierra ahora poblada sin una sola persona viviente” (Sunday Express, 23-nov.-1986).
Afortunada y lógicamente, estas predicciones no se cumplieron.
Los tejemanejes sobre que es y que no es Sida en el mundo desarrollado y en África
Para entender los tejemanejes que tienen lugar en torno a África y el SIDA, conviene saber:
En África casi siempre se utiliza una definición de “caso de SIDA” totalmente distinta de la aplicada en Occidente. En los países económicamente ricos, para ser declarado “caso de sida” se tiene que dar positivo a varios tests y, además, tiene que presentarse alguna de las 29 enfermedades (neumonía por Pneumocystis Carinii o PCP, tuberculosis pulmonar, tuberculosis extrapulmonar, candidiasis, herpes, linfoma,…) que han ido siendo agrupadas bajo el nombre “SIDA”. En África (y en todo el mal llamado Tercer Mundo) se aplica la denominada “definición de Bangui”. Básicamente, se considera que una persona enferma es un “caso de SIDA” si presenta dos de tres signos inespecíficos mayores (pérdida de peso superior al diez por ciento, diarrea crónica durante más de un mes, y fiebre intermitente o constante por más de un mes), y uno de seis signos aún más inespecíficos menores (tos por más de un mes, picazón generalizada, herpes zoster recurrente, candidiasis oro-faringeal, herpes simple crónico progresivo, y linfadenopatía generalizada). Si un médico occidental diagnosticase un “caso de SIDA” con estos criterios, sería enjuiciado y borrado del Colegio de Médicos. En África, es lo establecido por la OMS. Además, distintos países han aplicado adaptaciones aún más laxas o amplias de esta “definición de Bangui”.La "escalofriante" tasa de mortalidad de Sida en África
Hace tres años hice los siguientes cálculos, que habría que actualizar. De acuerdo con los [mencionados] informes WER de la OMS, todo el continente africano ha generado entre 1991 y 1999 una cantidad bastante estable de “casos de SIDA” que oscila entre 60.000 y 90.000 al año, por lo que se puede tomar la cifra promedio de 75.000 “casos de SIDA” anuales en la última década. Teniendo en cuenta que la población es como mínimo de 650 millones, resulta que el 0,011 % de la población africana sufre, y quizá muere, de “SIDA” cada año. Luego incluso considerando que todos los “casos de SIDA” informados a la OMS hubiesen muerto, la “epidemia africana de SIDA” representaría 75.000 de entre 13.000.000 de muertes al año, es decir, el 0,57 %.
La tasa anual de crecimiento de la población africana se ha situado entre el 2,4 y el 2,8 % desde 1960, lo que ha significado que de los 274 millones en dicho año se ha pasado a 356 millones en 1970, a 469 millones en 1980 y a los mencionados 616 millones en 1990. Así, en los casi 25 años en que África lleva “sufriendo una terrible epidemia de SIDA”, ha aumentado su población en unos 200 millones de habitantes. Parece que el “impacto desolador del SIDA en África” sólo lo ven los especialistas oficiales que llevan puestas las gafas “VIH/SIDA”… y quienes se los creen, de buena fe o por interés.
Lluis Botinas anima a: "no caer en la campaña impulsada internacionalmente para recoger fondos (diez mil millones de dólares pide la ONU) destinados a suministrar “cócteles” a los países económicamente pobres. La verdadera amenaza para África es que lleguen masivamente los “cócteles”. Lo peligrosa que es esta supuesta solidaridad lo reflejan las propias estadísticas oficiales. Los cálculos que hice hace tres años incluían el siguiente: “24,5 millones de africanos infectados por el VIH” no medicados generan unos 75.000 “pacientes de SIDA” al año, por lo que se desarrolla un “caso de SIDA” por cada 326 “VIH-positivos”; en cambio, en los EE.UU. “900.000 VIH-positivos” abundantemente medicados generan unos 45.000 “casos de SIDA”, o sea, un “caso de SIDA” por cada 20 “VIH-positivos”. Estas cifras pueden interpretarse como que el tratamiento oficial contra el “VIH/SIDA” multiplica por más de 16 veces la posibilidad de desarrollar el “SIDA”. Dicho en general: el porcentaje de “casos de SIDA” respecto a “seropositivos” es mayor en los países desarrollados, y el porcentaje de “muertos de SIDA” respecto a “casos de SIDA” también es mayor es los países más desarrollados. La clave radica en que “más desarrollado” significa “más medicalizado”, es decir, una mucho mayor administración de “cócteles” y de supuestos preventivos.
Pero hay muchísima más información sobre el tema, solo tienes que buscar un poco en internet, recomiendo este blog:
http://replantearsida.blogspot.com/
También es muy interesante este artículo:
http://www.dsalud.com/numero115_1.htm
Y en cuanto a los medicamentos, hace unos pocos meses la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) hacía un llamamiento para retirar el medicamento Stavudine, el antiretroviral más común en los tratamientos contra el sida, por sus efectos secundarios "irreversibles" y "a largo plazo" en los pacientes. Según la OMS, el Stavudine provoca en los pacientes debilidad crónica y desórdenes nerviosos.
Y para terminar un testimonio demoledor. Isabel una paciente de Sida cuenta su experiencia con los antiretrovirales. Ella cuenta como sus amigos morían por decenas mientras tomaban el AZT.Define esa vivencia como una masacre.
1 comentario:
¡Excelente post! Recientemente acabo de ver el documental “La Ciencia del Pánico” y me he quedado de piedra al escuchar los testimonios de científicos y los increíbles resultados a consecuencia de no tomar “AZT”. Me ha abierto los ojos.
Había un libro por ahí al que no le hacía mucho caso titulado “La Macroestafa del SIDA y el Mito de la Transmisión Sexual”, de Luis Carlos Campos. Siempre me había parecido parte de un movimiento “conspiranoico”; me parece que esta vez me lo voy a leer a conciencia.
La Ciencia del Pánico, documental de Isabel Otaduy y Patrizia Monzani. Ofrece la visión de varios científicos que desmienten la visión oficial del SIDA y el de muchos testimonios.
Para ver el documental visitad este enlace:
http://lacienciadelpanico.wix.com/web#!
Para leer el libro, lo podéis encontrar aquí:
http://www.intercambiosvirtuales.org/libros-manuales/luis-carlos-campos-la-macroestafa-del-sida-y-el-mito-de-la-transmision-sexual-2009
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